martes, 22 de junio de 2021

 

Generación sin Memoria

La pandemia (COVID-19) una visión introspectiva

de sus causas y efectos desde lo socioeducativo.

Escrito por: Prof.: José R, González R.                Mariara 21, de junio 2021



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oda persona es un cúmulo de experiencias y recuerdos que se van haciendo y conformando durante su andar por la vida, es decir cuando los seres humanos comienzan a tener un mayor dominio de sus recuerdos, lo va almacenado en su memoria de corto, mediano y largo plazo según la importancia de este, muchos de estos recuerdos quizás no sean tan gratos o significativos, pero igual son recuerdos que sirven para supuestamente no volver e cometer un error o repetir una situación. 

Lo cierto del caso es que, los mismos permiten a cada individuo hacerse de sus propias experiencias y vivencias, además son gracias a estos hechos los que hacen a cada ser humano un álbum de fotografía digital portátil, en pocas palabras la tecnología ofrece una variada gama de artefactos como celulares, cd, pendrive, memorias para almacenar información, pero no son tan importante como la memoria que se convierte en un álbum fotográfico memorial.

En pocas palabras, gracias a estos recuerdos las personas tiene la capacidad de sentir, vivir, pero aún más recordar tener déjá- bu de los hechos vividos por sí mismo en cualquier momento o lugar que deseen. En este sentido, valdría la pena preguntar si todo lo anterior es cierto, y sé que sí, ¿Qué pasará entonces con ésta generación de niños (as), adolecentes, jóvenes y adultos actuales? quienes no están haciéndose de su cúmulo de recuerdos afectivos, emocionales y nostálgico desde lo socioeducativo?  

Para validar esto, se debería revisar entonces las diferentes teorías psicológicas, sociológicas, filosóficas, biológicas y todas apuntaría a afirmar que es la escuela el segundo espacio y tiempo después del hogar exacto desde donde cualquier sujeto experimenta nuevas formas de comunicarse, sentir, vivir, apreciar, socializar, intercambiar sentimientos, palabras, acciones entre otras cosas propias de cada etapa por la cual transita todos los seres humanos.

Como ser humano, hijo, hermano, tío, profesor, me hago este postulado. Por qué desde plano personal quizás no tenga los mejores recuerdos de mi etapa educativa en la escuela, ni del bachillerato, pero no todo fue tan malo si cierro mis ojos y busco en mi álbum fotográfico memorial, puedo encontrar muchas de mis vivencias nostalgias y emociones de mi escuela, la recuerdo con unos patios centrales y laterales grandes, con muchos árboles donde solía esperar con ansias la hora del timbre para salir al receso ya que durante ese tiempo era feliz jugaba la ere, metra, perinola, trompo (risas), pero lo mejor de todo es que siempre terminaba con la camisa o chemises sucia y todo sudado, y a pesar de los regaños de mi maestra, además de los de mi mamá por llegar así al aula y posteriormente a la casa así, mi rutina nunca cambio (risas).

Fíjense ustedes entonces, como el entorno donde nos desenvolvemos juego un papel fundamental en nuestra conformación de hechos, experiencias y vivencias por lo cual bien vale la pena preguntarse ¿Qué papel desempeña el espacio geográfico en esa interrelación sujeto-espacio?  

Dándole continuidad a mi escrito, mi mayor anhelo es rememorar a mi maestras de la escuela, pero sobre todo a mi maestra Alba León quien me dio clases en 2do, 3er, 4to, y 6to grado y fue una pieza fundamental para culminar mi segunda etapa educativa, así mismo pasa con mis profesores del liceo de quienes guardo una buena remembranza de buenos consejos, disciplina, respeto, responsabilidad, y hoy con orgullo puedo decir soy su colega, y como olvidar mi etapa universitaria que fue grandiosa, atemorizante y frustrante en algunos momentos con profesores que marcaron y definieron el porqué yo deseaba ser también un maestro. Lo cierto es que, fueron y seguirán siendo mis añoranzas que me han acompañado y acompañarán el resto de mi vida, así como también avivarán mis emociones y nostalgias cuando las requiera.

Es aquí donde quiero llegar, cuando busco comprender ¿Cómo serán esas vivencias que almacenarán este grupos de individuos?, porque producto de la realidad que están viviendo a causa del COVID-19 donde la misma los ha llevado a un confinamiento involuntario, generándole como consecuencia no tener el privilegio ni la oportunidad de almacenar en su álbum memorial este contacto e intercambio físico, ambiental y antrópico a partir de sus etapas educativas. 

En este sentido, son estos recuerdos, añoranzas y sensaciones lo que activan de vez en cuando mi niño interior, es decir me desentiendo del mundo tan postmoderno del adulto full de compromisos y obligaciones, además vuelvo a ser yo, el punto de todo esto, es qué, todos estos niños, niñas, adolescente, jóvenes y adultos no están viviendo sus etapas escolares como deben de ser y desde mi experiencia no están cerrados dichos ciclos; que son tan vitales e importantes en el desarrollo de todo ser humano.

Fortaleciendo todo esto, cabe entonces preguntarse ¿Cuáles serán las repercusiones post pandemia (COVID-19) en estos niños, niñas, adolescente, jóvenes y adultos al no cerrar adecuadamente sus ciclos educativos? ¿Desde dónde afectaría a esta población educativa hacer progresión educativa sin vivirla correctamente?  O mejor dicho ¿Qué estrategias debemos rediseñar los adultos para dejar en estas personas gratos recuerdos que le puedan ayudar a sus procesos formativos de vida y, en su futuro?

Cuando escribía este apartado, le pedí a una vieja e entrañable amiga de la universidad, me diera su opinión sobre este escrito y, en una de sus apreciaciones citó aquella frase del tan celebre hombre como lo fue de Arturo Uslar Pietri quien decía y parafraseando esta locución “ayeres sin mañana en mi memoria” lo que se traduciría sin pasado no hay memoria; por ende no hay recuerdos ni sentimiento que aviven los viejos recuerdos ni mucho menos emociones ni melancolías si no se viven en el momento y espacio correcto. Pero hay que entender que los tiempos han cambiado y con ello un sin fin de cosas.  

Dentro de la misma conversación, ella me comenta que los tiempos han cambiado y que las nuevas formas de comunicación, es decir la Tecnología de Información y Comunicación (TICs) han provocado una desestructuración y estructuración en todos los ámbitos y al mismo tiempo, que esta pandemia vino y termino de arraigar aún más el uso de las tecnologías y todos sus derivados tercerización, en pocas palabras la nuevas formas de educarse también deberán estar enmarcadas en el no estar siempre presentes, por lo tanto la escuela ese espacio físico podría pasar a un segundo plano.

Pero si este es el escenario que se tiene actualmente, nuevamente hay preguntarse desde toda expectativa ¿Cuáles serán esos recuerdos que almacenarán estas personas al estar en casa recibiendo clases de sus padres o de un adulto que no tiene preparación pedagógica?

La repuesta no debe ser muy difícil y lo sé por experiencia propia porque aunque no soy padre, pero si soy tío, y tengo mi propia experiencia con mi sobrino y es que, aunque soy profesor y fue formado en una universidad pedagógica para ejercer la misma siento que no tengo la pedagogía para llegarle a un niño de 8, años aunque suene ilógico así es. Cada etapa educativa debe ser atendida por un especialista porque brindarán las herramientas y conocimientos para un buen desarrollo en todos los aspectos. 

Volviendo al punto anterior, son mucho los hogares donde no están alejados de regaños, frustraciones entre otros factores, porque los padres no tienen la pedagogía para enseñarles a sus hijos y, ojo que quede algo claro esto en el mejor de los casos ya que lo más seguro que habrán otros casos donde ni siquiera están los padres, no los recursos económicos, y tecnológicos que permitan dar y hacer un buen proceso de enseñanza aprendizaje a los mismos.

Bien, no puedo desviar el tema central de este escrito, porque si los seres humanos somos un cúmulo de sensaciones, al igual que de recuerdos vividos y almacenados en nuestro álbum fotográfico memorial, que con el andar del tiempo vamos nutriendo; entonces esta generación de individuos en etapa educativa será una generación sin memoria, sin recuerdos educativos significativos, veremos dejemos que el tiempo sea quien nos de la respuesta.   

Volviendo a la conversación de mi amiga y colega, y pensando muy detenidamente sobre sus aportes; ella hacia énfasis en tres palabras que me pusieron a pensar y al propósito no son tan descabelladas a la actualidad, estas son: Resistir, Innovar e Improvisar. Y si se piensa con mucho detenimiento, análisis y perspicacia no son tan descontextualizada estas tres palabras; porque es lo que está haciendo la sociedad actualmente desde lo económico, político, social, cultural y religioso ejemplo de ello y para no morir en el proceso desde lo económico y laboral cambiaron la forma de ir al trabajo y han puesto la tecnología a la manos de todos desde casa y si observamos como hicieron los comercios alimentos y servicios, para seguir manteniéndose a flote con el delibery como forma de estregar de su mercancía, entonces tan mal no está mi amiga con eso de innovar e improvisar, pero y donde queda lo de resistir para mí es un asunto más subjetivo, personal y hasta por supuesto religioso lo dejo a juicio de cada quien.

Lo cierto es que ante esta inmensa realidad que al parecer no pereciese tener fin, desde lo educativo se necesita seguir arraigando ciertos proceso de aprendizajes donde el sujeto estudiante y el agente profesor vuelvan a encontrase es ese punto, es decir en ese espacio que mucho les temen así como otros añoran la escuela, para que de esta forma estos individuos hagan también su cúmulos de recuerdos e historia de vida que lo ayudará a definirse en la adultez y hasta en la vejez, pero sobre todo que abran y cierres círculos afectivos dentro de su desarrollo de vida.   

A modo de ir concluyendo, la humanidad debe evaluar los efectos post pandemia en todos los sentidos y más aún los docentes al ver cuáles son y serán esas estrategias que ayuden y coayuden a estos niños, niñas, adolescentes y jóvenes en etapa educativa a reencontrase con la escuela para así iniciar de nuevo sus cúmulos recuerdo vivencias y experiencias, de tal modo que puedan cerrar y abrir círculos de vida.

Finalmente, el docente si no quiere ser reemplazado por el computador jugará un papel determinante en todo este futuro escenario sobre todo debe revaluarse si su acción pedagógica de enseñanza-aprendizaje aplicada hasta hace algo más de año y medio atrás será idónea al volver a las aulas de clases, también evaluar si estas serán las más idónea para seguir enseñando a esta nueva generación digital, luego de que la tecnología ocupo un espacio importante en estos individuos. Son muchas las aristas que se abrirán para la socialización, pero sobre todo lo importante es que no se quede solo en el discurso y papel sino que el mismo se materialice y transcienda.      

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