Generación sin Memoria
La pandemia (COVID-19) una visión introspectiva
de sus causas y efectos desde lo socioeducativo.
Escrito por: Prof.: José R, González R. Mariara 21, de junio 2021
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oda persona es un cúmulo de experiencias y recuerdos que se van haciendo y conformando durante su andar por la vida, es decir cuando los seres humanos comienzan a tener un mayor dominio de sus recuerdos, lo va almacenado en su memoria de corto, mediano y largo plazo según la importancia de este, muchos de estos recuerdos quizás no sean tan gratos o significativos, pero igual son recuerdos que sirven para supuestamente no volver e cometer un error o repetir una situación.
Lo cierto del caso es que,
los mismos permiten a cada individuo hacerse de sus propias experiencias y
vivencias, además son gracias a estos hechos los que hacen a cada ser humano un
álbum de fotografía digital portátil, en pocas palabras la tecnología ofrece
una variada gama de artefactos como celulares, cd, pendrive, memorias para
almacenar información, pero no son tan importante como la memoria que se
convierte en un álbum fotográfico memorial.
En pocas palabras, gracias a
estos recuerdos las personas tiene la capacidad de sentir, vivir, pero aún más
recordar tener déjá- bu de los hechos vividos por sí mismo en cualquier momento
o lugar que deseen. En este sentido, valdría la pena preguntar si todo lo
anterior es cierto, y sé que sí, ¿Qué pasará entonces con ésta generación de
niños (as), adolecentes, jóvenes y adultos actuales? quienes no están haciéndose
de su cúmulo de recuerdos afectivos, emocionales y nostálgico desde lo socioeducativo?
Para validar esto, se
debería revisar entonces las diferentes teorías psicológicas, sociológicas,
filosóficas, biológicas y todas apuntaría a afirmar que es la escuela el
segundo espacio y tiempo después del hogar exacto desde donde cualquier sujeto
experimenta nuevas formas de comunicarse, sentir, vivir, apreciar, socializar,
intercambiar sentimientos, palabras, acciones entre otras cosas propias de cada
etapa por la cual transita todos los seres humanos.
Como ser humano, hijo, hermano,
tío, profesor, me hago este postulado. Por qué desde plano personal quizás no
tenga los mejores recuerdos de mi etapa educativa en la escuela, ni del
bachillerato, pero no todo fue tan malo si cierro mis ojos y busco en mi álbum
fotográfico memorial, puedo encontrar muchas de mis vivencias nostalgias y
emociones de mi escuela, la recuerdo con unos patios centrales y laterales
grandes, con muchos árboles donde solía esperar con ansias la hora del timbre para
salir al receso ya que durante ese tiempo era feliz jugaba la ere, metra,
perinola, trompo (risas), pero lo mejor de todo es que siempre terminaba con la
camisa o chemises sucia y todo sudado, y a pesar de los regaños de mi maestra,
además de los de mi mamá por llegar así al aula y posteriormente a la casa así,
mi rutina nunca cambio (risas).
Fíjense ustedes entonces,
como el entorno donde nos desenvolvemos juego un papel fundamental en nuestra
conformación de hechos, experiencias y vivencias por lo cual bien vale la pena
preguntarse ¿Qué papel desempeña el espacio geográfico en esa interrelación
sujeto-espacio?
Dándole continuidad a mi
escrito, mi mayor anhelo es rememorar a mi maestras de la escuela, pero sobre todo
a mi maestra Alba León quien me dio clases en 2do, 3er, 4to, y 6to grado y fue
una pieza fundamental para culminar mi segunda etapa educativa, así mismo pasa
con mis profesores del liceo de quienes guardo una buena remembranza de buenos
consejos, disciplina, respeto, responsabilidad, y hoy con orgullo puedo decir
soy su colega, y como olvidar mi etapa universitaria que fue grandiosa,
atemorizante y frustrante en algunos momentos con profesores que marcaron y
definieron el porqué yo deseaba ser también un maestro. Lo cierto es que,
fueron y seguirán siendo mis añoranzas que me han acompañado y acompañarán el
resto de mi vida, así como también avivarán mis emociones y nostalgias cuando
las requiera.
Es aquí donde quiero llegar,
cuando busco comprender ¿Cómo serán esas vivencias que almacenarán este grupos
de individuos?, porque producto de la realidad que están viviendo a causa del
COVID-19 donde la misma los ha llevado a un confinamiento involuntario, generándole
como consecuencia no tener el privilegio ni la oportunidad de almacenar en su
álbum memorial este contacto e intercambio físico, ambiental y antrópico a
partir de sus etapas educativas.
En este sentido, son estos
recuerdos, añoranzas y sensaciones lo que activan de vez en cuando mi niño
interior, es decir me desentiendo del mundo tan postmoderno del adulto full de
compromisos y obligaciones, además vuelvo a ser yo, el punto de todo esto, es
qué, todos estos niños, niñas, adolescente, jóvenes y adultos no están viviendo
sus etapas escolares como deben de ser y desde mi experiencia no están cerrados
dichos ciclos; que son tan vitales e importantes en el desarrollo de todo ser
humano.
Fortaleciendo todo esto, cabe
entonces preguntarse ¿Cuáles serán las repercusiones post pandemia (COVID-19) en
estos niños, niñas, adolescente, jóvenes y adultos al no cerrar adecuadamente
sus ciclos educativos? ¿Desde dónde afectaría a esta población educativa hacer
progresión educativa sin vivirla correctamente? O mejor dicho ¿Qué estrategias debemos rediseñar
los adultos para dejar en estas personas gratos recuerdos que le puedan ayudar a
sus procesos formativos de vida y, en su futuro?
Cuando escribía este apartado,
le pedí a una vieja e entrañable amiga de la universidad, me diera su opinión sobre
este escrito y, en una de sus apreciaciones citó aquella frase del tan celebre
hombre como lo fue de Arturo Uslar Pietri quien decía y parafraseando esta locución
“ayeres sin mañana en mi memoria” lo que se traduciría sin pasado no hay memoria;
por ende no hay recuerdos ni sentimiento que aviven los viejos recuerdos ni
mucho menos emociones ni melancolías si no se viven en el momento y espacio
correcto. Pero hay que entender que los tiempos han cambiado y con ello un sin fin
de cosas.
Dentro de la misma
conversación, ella me comenta que los tiempos han cambiado y que las nuevas
formas de comunicación, es decir la Tecnología de Información y Comunicación (TICs)
han provocado una desestructuración y estructuración en todos los ámbitos y al
mismo tiempo, que esta pandemia vino y termino de arraigar aún más el uso de
las tecnologías y todos sus derivados tercerización, en pocas palabras la
nuevas formas de educarse también deberán estar enmarcadas en el no estar
siempre presentes, por lo tanto la escuela ese espacio físico podría pasar a un
segundo plano.
Pero si este es el escenario
que se tiene actualmente, nuevamente hay preguntarse desde toda expectativa ¿Cuáles
serán esos recuerdos que almacenarán estas personas al estar en casa recibiendo
clases de sus padres o de un adulto que no tiene preparación pedagógica?
La repuesta no debe ser muy
difícil y lo sé por experiencia propia porque aunque no soy padre, pero si soy
tío, y tengo mi propia experiencia con mi sobrino y es que, aunque soy profesor
y fue formado en una universidad pedagógica para ejercer la misma siento que no
tengo la pedagogía para llegarle a un niño de 8, años aunque suene ilógico así
es. Cada etapa educativa debe ser atendida por un especialista porque brindarán
las herramientas y conocimientos para un buen desarrollo en todos los
aspectos.
Volviendo al punto anterior,
son mucho los hogares donde no están alejados de regaños, frustraciones entre
otros factores, porque los padres no tienen la pedagogía para enseñarles a sus
hijos y, ojo que quede algo claro esto en el mejor de los casos ya que lo más
seguro que habrán otros casos donde ni siquiera están los padres, no los
recursos económicos, y tecnológicos que permitan dar y hacer un buen proceso de
enseñanza aprendizaje a los mismos.
Bien, no puedo desviar el
tema central de este escrito, porque si los seres humanos somos un cúmulo de
sensaciones, al igual que de recuerdos vividos y almacenados en nuestro álbum
fotográfico memorial, que con el andar del tiempo vamos nutriendo; entonces
esta generación de individuos en etapa educativa será una generación sin memoria,
sin recuerdos educativos significativos, veremos dejemos que el tiempo sea
quien nos de la respuesta.
Volviendo a la conversación
de mi amiga y colega, y pensando muy detenidamente sobre sus aportes; ella
hacia énfasis en tres palabras que me pusieron a pensar y al propósito no son
tan descabelladas a la actualidad, estas son: Resistir, Innovar e Improvisar. Y
si se piensa con mucho detenimiento, análisis y perspicacia no son tan
descontextualizada estas tres palabras; porque es lo que está haciendo la
sociedad actualmente desde lo económico, político, social, cultural y religioso
ejemplo de ello y para no morir en el proceso desde lo económico y laboral
cambiaron la forma de ir al trabajo y han puesto la tecnología a la manos de
todos desde casa y si observamos como hicieron los comercios alimentos y
servicios, para seguir manteniéndose a flote con el delibery como forma de
estregar de su mercancía, entonces tan mal no está mi amiga con eso de innovar
e improvisar, pero y donde queda lo de resistir para mí es un asunto más
subjetivo, personal y hasta por supuesto religioso lo dejo a juicio de cada
quien.
Lo cierto es que ante esta
inmensa realidad que al parecer no pereciese tener fin, desde lo educativo se
necesita seguir arraigando ciertos proceso de aprendizajes donde el sujeto
estudiante y el agente profesor vuelvan a encontrase es ese punto, es decir en
ese espacio que mucho les temen así como otros añoran la escuela, para que de
esta forma estos individuos hagan también su cúmulos de recuerdos e historia de
vida que lo ayudará a definirse en la adultez y hasta en la vejez, pero sobre
todo que abran y cierres círculos afectivos dentro de su desarrollo de vida.
A modo de ir concluyendo, la
humanidad debe evaluar los efectos post pandemia en todos los sentidos y más
aún los docentes al ver cuáles son y serán esas estrategias que ayuden y coayuden
a estos niños, niñas, adolescentes y jóvenes en etapa educativa a reencontrase
con la escuela para así iniciar de nuevo sus cúmulos recuerdo vivencias y
experiencias, de tal modo que puedan cerrar y abrir círculos de vida.
Finalmente, el docente si no
quiere ser reemplazado por el computador jugará un papel determinante en todo
este futuro escenario sobre todo debe revaluarse si su acción pedagógica de
enseñanza-aprendizaje aplicada hasta hace algo más de año y medio atrás será
idónea al volver a las aulas de clases, también evaluar si estas serán las más
idónea para seguir enseñando a esta nueva generación digital, luego de que la
tecnología ocupo un espacio importante en estos individuos. Son muchas las
aristas que se abrirán para la socialización, pero sobre todo lo importante es
que no se quede solo en el discurso y papel sino que el mismo se materialice y
transcienda.
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